jueves, 26 de octubre de 2017

Mientras tanto, recortes brutales en sanidad

Repiten hasta la saciedad que lo peor ha pasado, que hemos superado la crisis y que, por fin, ya vivimos una época de recuperación.

Sin embargo, la realidad es que el plan para el de desmantelamiento de lo público, la precarización y el empobrecimiento masivo de la población sigue avanzando. Para que ese plan funcione el entretenimiento es necesario.

Y mientras ese entretenimiento funciona (porque funciona), el recorte estimado en sanidad (por ejemplo) para este próximo año alcanza límites históricos. La estimación que el Gobierno ha hecho llegar a Bruselas, como parte de su Programa de Estabilidad para el periodo 2017-20202, propone una inversión en sanidad del 5,95% del PIB para el 2018. En 2011, en plena época de “crisis”, la inversión pública era del 6,47%.

Los datos que arroja el dicho Programa son claros: una disminución progresiva de la inversión pública hasta el 2020, año en el cual la estimación ya se sitúa en el 5,57% del PIB.

Mientras tanto también, el porcentaje de ese gasto sanitario que se transfiere a centros privados se incrementa año tras año. Mientras se perpetua el despojo de la sanidad pública, se empuja a los sectores sociales, que aún conservan cierta capacidad de compra, hacia seguros sanitarios privados para intentar evitar las pavorosas listas de espera que se están desbordando en todos los territorio (la contratación de seguros privados por demoras en la sanidad pública creció un 4% el año pasado en Aragón). A los que carecemos de esa capacidad de compra, tan solo nos queda (des) esperar.

Fuente: Actualización del Programa de Estabiliadad 2017-2020