A nadie se le debe escapar la situación preocupante que amenaza a la sanidad pública en Aragón. La estrategia que está empleando el Gobierno Autonómico difiere del ataque frontal, agresivo, que sufren en Madrid, Cataluña y Valencia. Pero su finalidad es idéntica, aunque utilizando una táctica de avance lento, silencioso, somarda. Un ejemplo de ello lo encontramos en la lavandería del Hospital Clínico de Zaragoza. La Consejería de Sanidad pretende cerrarla y derivar el trabajo del sector III de Zaragoza al Hospital Miguel Servet, aduciendo un ahorro de costes, esa fórmula mágica que se obstinan en presentar como único remedio. No es así. Queda demostrado con un informe técnico elaborado por la experimentada plantilla de trabajador@s de la propia lavandería.
Unificar el lavado de la ropa en el Hospital Miguel Servet supondría un deterioro en la calidad del servicio debido a un incremento del 50 % de la carga de trabajo. Se debería realizar además una inversión de maquinaria, una nave adicional y una ampliación de la plantilla actual para trabajar en un turno nocturno hoy inexistente. Habría que sumar un coste adicional de averías y mantenimiento superior al actual.
El presunto ahorro económico se transforma en una inversión que ocasiona a su vez un probable colapso. La solución la proporcionaría otra fórmula magistral : la privatización del servicio.
Esta jugada de los mercaderes de nuestra sanidad no ha pasado desapercibida entre l@s trabajador@s del sector, que en un primer paso organizado han recogido el apoyo de más de 8500 firmas para dejar constancia del malestar ante la Consejería de Sanidad. Tras las firmas existe una concienciación para defender una sanidad pública que pretenden vender los actuales inquilinos del Gobierno.
El Consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón se ha comprometido a recibir a l@s trabajador@s de la lavandería del Clínico el próximo 30 de marzo. ¿ Hablará de ahorro, de inversiones, de privatizaciones o, como recurso manido, argumentará que malinterpretamos sus palabras? Sin embargo se olvidará de recordarnos que el derecho a la sanidad es público, gratuito y universal. Y, por tanto, nunca se debe poner en venta.
Desde la Plataforma contra la privatización de la sanidad en Aragón nos solidarizamos con la lucha mantenida por l@s trabajadr@s de la lavandería del Clínico, haciendo un llamamiento a la sociedad para movilizarse frente a este expolio del patrimonio público.