viernes, 12 de junio de 2020

Manifestación unitaria sábado 20J: “No al macrohospital privado en Zaragoza. Por una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad”



La crisis del coronavirus ha destapado la situación del sistema sanitario y socio-sanitario en el Estado español, dando la razón a 20 años de reivindicaciones y denuncias: LAS POLÍTICAS DE PRIVATIZACIÓN Y RECORTES MATAN. Todo ha acabado en un espectáculo dantesco: atención primaria sin medios para contener la epidemia, hospitales colapsados y con recursos insuficientes, profesionales agotados que se han enfrentado a la pandemia en condiciones lamentables y obligados a elegir a quién intentaban salvar la vida por falta de respiradores, residencias de ancianos donde los infectados y las muertes sin atención han sido la tónica general, centros de menores, salud mental, cárceles y CETIs de los que ni se habla. Los datos hablan por sí mismos: las CCAA más afectadas durante la pandemia son aquéllas donde la sanidad ha sido más recortada y privatizada.

Todo esto tiene responsables: los partidos políticos que aprobaron la Ley 15/97 para introducir los “nuevos modelos de gestión” que abrían las puertas a la empresa privada, que desde entonces han mantenido todos los gobiernos de turno y que el actual gobierno sigue manteniendo. Por eso exigimos su inmediata derogación. Aquellos sindicatos que no han defendido el interés general. Las empresas y fondos de capital riesgo que se han hecho negocios millonarios con estas privatizaciones. Los jueces que no han visto ningún problema en las leyes que desmontaban la sanidad… y una parte población que guardamos silencio mientras todo esto ocurría, pensando que no nos afectaba. Hoy la realidad es muy distinta. Todos y todas hemos perdido o conocido a alguien que ha muerto por falta de asistencia o deficiencias en la atención. Ya es hora de pasar de los aplausos a exigir nuestros derechos.

No podemos volver a la normalidad porque la normalidad era el problema. Los de siempre querrán hacer tabla rasa y volver a la situación previa, con el sistema de salud desmantelado. En junio de 2019, según cifras oficiales convenientemente maquilladas, casi 700.000 personas esperaban cita para una intervención quirúrgica y 2.400.000 esperaban la primera consulta con el especialista. Mientras tanto, seguros y centros privados (esos que desaparecieron durante la pandemia y ahora reclaman contrapartidas económicas), no han parado de crecer y hacer caja a nuestra costa. Queremos que el dinero se invierta en interés de todos y todas, en nuestro beneficio y para la atención que todos y todas merecemos. Y sabemos que hay dinero. Lo que no ha habido es voluntad política para defender a la gente y molestar a los fondos de inversión, a la industria militar, a las fuerzas armadas, a la corona y sus comisiones, a las corporaciones energéticas, constructoras, financieras … que parasitan todos y cada uno de nuestros derechos, a sus crímenes, sus chantajes y sus paraísos fiscales. Ocurrió con la estafa de la crisis anterior y no puede volver a ocurrir ahora.

Por eso no queremos “su” normalidad: porque esa normalidad incluye una legislación racista que expulsa a miles de personas sin acceso a una asistencia sanitaria en igualdad de condiciones, donde la ley de extranjería prevalece sobre el derecho a la salud; porque también significa eludir la responsabilidad de dar unos cuidados dignos a quienes lo necesitan, dejando a nuestros seres queridos en manos de empresas que ahorran en lo esencial y explotan a sus trabajadoras porque el beneficio económico es su único objetivo. Aragón es un buen ejemplo: el 89% de las muertes por covid-19 se han producido en residencias de ancianos.

Sin embargo, lejos de avergonzarse y tomar medidas para reforzar el sistema público en nuestro territorio, el Ayuntamiento de Zaragoza se ríe en nuestra cara anunciando la construcción de un macro-hospital privado en la ciudad: un “pelotazo” especulativo entre Ayuntamiento y empresas para seguir haciendo negocio con nuestra salud. Intentan estafarnos otra vez. Fortalecer la sanidad pública es dotarla de personal suficiente, recursos e instalaciones íntegramente públicos (tanto en financiación, propiedad, en provisión y en gestión de servicios), garantizar la asistencia a toda la población y derogar la legislación que la expone un derecho universal a la especulación y al negocio privado.

No queremos promesas de blindaje en la Constitución, ni elaboración de libros blancos para “reconstruir la sanidad”, ni presencia en Comisiones parlamentarias de aquellas personas que nos han llevado a esta situación. Este es un problema de todos y todas. Este es el momento y la responsabilidad es nuestra. Estamos obligados a salir a la calle. No un día, ni dos, sino todos los necesarios para obligarles a paralizar las privatizaciones, revertir lo ya privatizado, expulsar el ánimo de lucro de la atención sanitaria, garantizar la atención a todas las personas en igualdad de condiciones, sin excepciones ni requisitos, y establecer un sistema digno para el cuidado de nuestros mayores.

Por un sistema sanitario centrado en las personas. Por una salud que ponga la vida en el centro. Porque la privatización mata y las desigualdades también.


1. No a la construcción del macro-hospital privado en Zaragoza. Exigimos la paralización inmediata de los trámites de la venta de suelo público para su instalación y la desautorización del Gobierno de Aragón.

2. Derogación de la ley 15/97 y del artículo 90 de la Ley General de Sanidad, que legalizan la privatización y los conciertos. Vuelta a manos públicas de todo lo privatizado. Incompatibilidad absoluta público-privada. Nunca más dinero público a la privada: ni contrapartidas ni subvenciones. Fuera las empresas de la sanidad.

3. Por una industria sanitaria y farmacéutica pública.

4. Sanidad gratuita y universal: salud para todos y todas, sin requisitos ni excepciones. Exigimos la Derogación del Decreto 16/2012, que nos devuelvan el derecho que nos ha sido robado.  

5.- Potenciación de la Atención Primaria: por un modelo de prevención y promoción de la salud colectiva.

6. Investigación de las muertes producidas en las residencias y asunción de responsabilidades. Cuidados de nuestros mayores con dignidad. Servicios sociosanitarios 100% públicos.

7. Por una salud pública centrada en “los determinantes sociales”: la privatización mata, las desigualdades también.


Con nuestra salud ni se juega ni se negocia

Por una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad

No al macrohospital privado


“Colectivos en defensa de la sanidad pública” convocantes: