lunes, 9 de diciembre de 2013

Grecia: Los médicos del sector público extienden su huelga hasta el 13 de diciembre

Los médicos adscritos al sistema sanitario público (EOPYY), que están en huelga desde el lunes 25 de noviembre, han anunciado hoy que prolongarán sus huelgas de un día repetidas y sus movilizaciones una semana más, hasta el 13 de diciembre, en protesta por el régimen de la reserva laboral y los despidos que tiene la intención de hacer el gobierno, así como por la degradación intencionada del sistema público de Sanidad por parte del gobierno, cuyo objetivo principal es privatizar los servicios sanitarios y conducir a la indigencia la mayor parte de la sociedad .
El gobierno ha hecho público su compromiso con la Troika[1] de despedir a 4.000 funcionarios este año y a otros 11.000 en 2014, y de trasladar a la llamada reserva laboral a otros 25.000. Los médicos, así como los demás funcionarios, están afectados por una ley aprobada recientemente, según la cual los trabajadores que pasarán a la reserva recibirán por ocho meses el 75 % de su salario, y después tendrán que trasladarse a otros puestos o serán despedidos. Lo del traslado a otros puestos puede significar a cualquier región del territorio del Estado griego, a cientos de kilómetros de su ciudad de origen o de residencia.


La decisión del sindicato de los médicos de EOPYY fue tomada un día después de que el ministro de Sanidad hubiera declarado que no estaba dispuesto a mantener en el sector público a “gente que no le es necesaria”. Según el sindicato, la participación en la huelga supera el 90%.
En el comunicado que emitió el sindicato de los médicos adscritos al sistema público de Sanidad se cita que “la huelga se prolongará como medida de presión frente a la intransigencia del ministro de Sanidad en lo que concierne a los despidos y la degradación de los servicios de sanidad primaria”.  Los médicos del sector público sostienen que el gobierno pretende cerrar la mayoría de los hospitales públicos, y privatizar la mayor parte del sistema de Sanidad, y que sus movilizaciones constituyen una reacción a estas planificaciones neoliberales.

En la actualidad los trabajadores empleados en el sistema público de salud son 9.979. De ellos 5.765 son médicos, 2.841 pertenecen al personal sanitario y 1.373 al personal administrativo. Según las planificaciones de la Troika la reserva laboral laboral afectará a unos 2.200 médicos, quienes se van a destinar a varios hospitales, mientras que otros tantos se van a integrar en el llamado Sistema de Atención Médica Primaria (AMP) que se va a fundar dentro de unos meses.
Este nuevo sistema agrupará los centros de salud y los policonsultorios del sistema de salud existente, pero con menos personal que el sistema sanitario actual. También, este sistema y el sector privado van a ser los proveedores de servicios de salud del sistema sanitario público. Por consiguiente, los servicios de este último se degradarán y se volverán más caros para sus beneficiarios. Ya los policonsultorios del sistema sanitario “público” están bastante más degradados con respecto a su situación hasta hace dos años. Entonces tenían 5,5 personas aseguradas y 32 millones de visitas, y actualmente tienen 10,5 millones de asegurados y 21 millones de visitas.
Esta reducción es debida a la eliminación de una serie de prestaciones y en general a la degradación intencionada del sistema sanitario. Así pues la gente que necesita atención médica tiene que congestionarse en los centros ambulatorios de los hospitales. Esto en el sistema sanitario gratuito quiere decir que hay que pagar al menos un euro por pedir cita médica por teléfono, llevar semanas o meses esperando, pagar 5 euros por ser atendido, pagar otra vez por el medicamento genérico recetado y en el caso de que haga falta hospitalizarse pagar 25 euros por una cama plegable en el corredor de algún hospital abarrotado de pacientes.

Es obvio que el gobierno neoliberal concibe la Sanidad como una mercancía y no como un bien público. Su objetivo es degradar del todo el sistema sanitario y asociarlo directamente con los servicios del sector privado, en beneficio del Capital. En este sistema mercantilista la mayor parte de la población tendrá acceso parcial (y no gratuito como se ha mencionado anteriormente) a una asistencia médica misérrima, y los que podrán pagar gozarán de los servicios sanitarios del sector privado. En este sistema inhumano con el que sueña el ministro de Sanidad y sus amos la vida humana no tendrá el mínimo valor.