miércoles, 31 de octubre de 2012

Los vecinos de Valdefierro recogen firmas para evitar el despido de una médica



La iniciativa ha surgido de los habitantes del barrio y los propios pacientes de la facultativa "como medida de presión" para que mantenga su puesto.

Se llama María Cristina Sancho y desde hace cuatro años ejerce como médica de familia en el Centro de Salud de Valdefierro, tiempo suficiente para que el número de tarjetas sanitarias asignadas a su cargo cumpla “con el cupo necesario” para que su consulta no padezca los recortes económicos consecuencia de la crisis financiera. “La plaza que ocupo no es fija, sino que se creó por acumulación de tareas. Me llamaron el pasado mes de julio para anunciarme el despido. De momento, el proceso está paralizado, pero no sé cómo acabará todo esto”, dice María Cristina Sancho.

Una situación, la del despido, que los vecinos del barrio de Valdefierro están intentando, “por todos los medios” -comenta una paciente- “que no llegue a hacerse efectiva”. “Es totalmente injusto que quieran retirar de su puesto de trabajo a una profesional como es esta médico. Además de ejercer como tal, también es psiquiatra y atiende a quien lo necesita en el mismo centro de salud. No acumula retraso y el trato con ella es muy cercano”, comenta Vanessa Melendo, paciente de la facultativa.

“Los propios vecinos hemos rellenado hojas y hojas de firmas en apoyo a Cristina Sancho, como medida de presión. Teníamos que movilizarnos para que, al menos, sepan que su trabajo es inmejorable y que no estamos de acuerdo con esta situación”, insiste Melendo. Una opinión igualmente compartida por Eduardo Picazo, de la Asociación de Vecinos Las Estrellas.

Otras dos jubilaciones
El barrio se está volcando para evitar males mayores, ya que junto a este despido laboral hay que decir que otros dos facultativos se jubilan en poco tiempo. Esto va a suponer que el modelo de centro de salud que hasta ahora es el de Valdefierro –consultorio elegido para inaugurar en Zaragoza, el próximo 15 de noviembre, las recetas electrónicas-, corra serios problemas”, comenta Picazo.

“La actitud de los vecinos me ha dejado alucinada. Es muy bonito ver cómo las personas con las que tratas a diario se vuelcan para evitar que acabes en la calle. De momento, y por lo que pueda pasar, a pesar de que continuaré luchando por mi trabajo hasta el final, me he vuelto a apuntar a una academia para presentarme, de nuevo, al MIR”, concluye Sancho.

Por su parte, fuentes del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón consultadas por esta edición digital no han querido hacer declaraciones al respecto.