martes, 18 de diciembre de 2012

Sanidad impone copago para 32 fármacos de dispensación hospitalaria


La medida da marcha atrás a la adoptada hace un año
Los fármacos, al ser para patologías crónicas, tendrán un importe máximo de 4,13 euros
La medida afectará a tratamientos para la leucemia, otros cánceres, hepatitis y otras enfermedades víricas


Lo que decía hace dos semanas el Ministerio de Sanidad de que "lo que se da gratis seguirá siendo gratis"respecto a los fármacos que se dispensan en las farmacias de los hospitales ya no es así. Camuflada en la última regulación de las pensiones, el Ministerio de Sanidad ha introducido una modificación –y una complicación- al régimen en que se dispensan 32 medicamentos en las farmacias de los hospitales: se cobrará por ellos. (Sanidad dice que son 17, pero al repasar la lista salen 32 principios activos en sus varias presentaciones). Eso sí, como se trata de medicamentos para enfermedades crónicas (leucemia, hepatitis B, C, otras enfermedades víricas) se pagará un máximo de 4,13 euros por envase.

Una portavoz del Ministerio de Sanidad indicó a este periódico que el proyecto, que aún debe ser aprobado, lo que hace es dar la vuelta a una decisión que adoptó el Consejo Interterritorial en octubre cuando gobernaba el PSOE. Entonces se decidió que 12 medicamentos que se vendían para estas patologías en las oficinas de farmacia pasaran a los hospitales “para un mayor control”. Luego siguieron otros cinco. Además, aunque eso no lo diga en la versión oficial, la venta de estos medicamentos, muy caros la mayoría, tenía problemas para las oficinas de farmacia ya que estas pagan un porcentaje de sus ingresos a la Administración, por lo que si comercializaban estos productos les aumentaba la cantidad de lo que tenían que devolver.

“Lo que se hace es volver a la situación anterior”, insiste la portavoz de Sanidad. El ministerio no entra en cómo organizarán los hospitales el cobro, ya que eso es “competencia de las comunidades”.
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No hay otra explicación que la recaudatoria para la medida. Con este proceso se ha quitado unos ingresos a las farmacias, que pasan a la Administración. Pero en el caso de estas enfermedades no se puede esgrimir la idea de que se trata de encauzar al usuario hacia un uso racional, ya que solo se los dan si los receta un médico del hospital y se trata de enfermedades muy graves en las que hay pocas alternativas terapéuticas. El ministerio no ha incluido en el borrador un cálculo de lo que va a ingresar con esta medida.

El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, José Luis Poveda, mostró ayer su sorpresa por la medida por varios motivos. Por un lado, porque no se ha evaluado el impacto recaudatorio que tendrá la iniciativa, unos ingresos que considera poco relevantes comparado con la molestia que genera a los afectados al tener que pagar por ellos. Poveda señala que se aplicaría a entre un 10% y un 15% de los pacientes que acuden a los servicios de farmacia hospitalaria. “Son pocas personas y poca recaudación”. Además, sostiene que tampoco se ha evaluado el coste que implicará tener que poner en marcha unidades de cobro en los servicios de farmacia hospitalaria, algo que nunca se ha hecho.

“Me parece que es una medida que requiere una reflexión previa que no hemos tenido la oportunidad de compartir con el Ministerio de Sanidad”, comenta Poveda. “Lo más lógico sería habernos solicitado una evaluación del número de pacientes afectados o de la recaudación que se podría obtener”, explica. En lugar de ello, la sociedad de farmacia hospitalaria se ha encontrado con la propuesta ya elaborada encima de la mesa. “Esperamos que se puedan abordar estas cuestiones en el periodo de alegaciones que se ha abierto”, añade.

Las comunidades deberán establecer cómo cobran en los hospitales


Además, la decisión tiene otra lectura: abre la puerta a que se cobre en las farmacias hospitalarias. En ellas se dispensan fármacos para enfermedades muy graves y complicadas (antivirales para el VIH, hormona del crecimiento, fármacos para la esclerosis). La nueva regulación abría la puerta a que se cobrara por ellos, aunque el ministerio insiste en que no va a ser así. Ahora la infraestructura para ello va a estar lista, con lo que se estará un paso más cerca de intentar ingresar también por esa vía.

Según la lista que ha hecho pública Europa Press, los fármacos afectados son varios tratamientos contra el cáncer de mama (Tyverb y la quimioterapia oral Xeloda); el cáncer de pulmón (Tarceva e Iressa); el cáncer renal (Votrient, Nexavar, Afinitor y Sutent); tumores cerebrales (Temodal, Temomedac y Temozolomida); el cáncer de próstata (Zytiga); leucemias (Tasigna, Sprycel, Glivec y Siklos); linfomas (Zytiga); antivirales para hepatitis C (Ribavirina, Pegintron, Pegasys, Rebetol, Copegus, Victrelis e Incivo), hepatitis B (Zutectra), citomegalovirus (Valcyte) y prevención de virus respiratorios en niños (Synagis). Además, otros fármacos son Enbrel y Cimzia (indicados para tratar varias artritis el primero y la reumatoide el segundo); Bondronat (para la osteoporosis); Stelara (psoriasis); Xolair (para el control del asma); Visudyne (para la degeneración macular asociada a la edad); Dificlir (para la diarrea); Samsca (para la hiponatremia); Mirena (DIU para la menorragia idiopática); Elonva (estimulador del desarrollo folicular en tratamientos de reproducción asistida), y el test Lactest, para detectar la intolerancia a la lactosa. Suman más de 17 nombres, porque varios de ellos tienen la misma composición.

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