viernes, 13 de diciembre de 2019

Firmado el nuevo concierto de Muface con un presupuesto de 2.255 millones



Francisco de Juan Ruiz, Francisco Ivorra, José Antonio Benedicto, Myriam Pallarés y Javier Murillo.

Este jueves se ha firmado el nuevo concierto de asistencia sanitaria de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) con las aseguradoras Asisa, SegurCaixa Adeslas, DKV e Igualatorio Cantabria para el periodo 2020-2021, "encaminado a mejorar la calidad de vida de más de un millón de funcionarios", ha destacado José Antonio Benedicto, secretario de Estado de Función Pública.

A la firma, como representantes de las aseguradoras, han asistido Francisco de Juan Ruiz, director general de Salud de DKV Seguros en España; Javier Murillo, director general de SegurCaixa Adeslas; y Francisco Ivorra, presidente de Asisa. Además, al acto han asistido el propio Benedicto, así como Myriam Pallarés, secretaria general y directora general en funciones de Muface.

"Para ellos trabajamos", ha destacado Benedicto antes de poner en valor el trabajo del Ministerio de Hacienda para que este concierto saliera adelante. El acuerdo supone un aumento de la prima del 4,5 por ciento, lo que supone un presupuesto de 2.255 millones que "mejorarán la calidad asistencial de los mutualistas".

La "sensibilidad" del Gobierno

El secretario de Estado ha mostrado su "agradecimiento al personal de Muface por el trabajo realizado", que ha conseguido mejoras para este nuevo concierto e impulsar las negocaciones con el Ministerio de Hacienda.
Además, esta firma se ha llevado a término en plena prórroga presupuestaria, por lo que Benedicto ha subrayado la "sensibilidad" y la "apuesta" del Gobierno "por un modelo de prestación público-privada" como el de Muface.

Este nuevo acuerdo, ha destacado, incorpora nuevos servicios de la cartera común del Sistema Nacional de Salud (SNS) como tratamientos oncológicos, de reproducción in vitro o prestación ortoprotésica. "También hemos incorporado otra prestaciones de carácter asistencial así como mejoras tecnológicas que ayudarán a los mutualistas a relacionarse con las entidades concertantes", ha destacado Benedicto, haciendo alusión a la incorporación de un comparador de servicios y al proyecto de Carpeta Personal de Salud, que incluirá los informes médicos y resultados de pruebas del paciente.

También ha puesto en valor la incorporación de la receta electrónica en 10 comunidades a lo largo de 2020, "con las que ya tenemos firmados los correspondientes convenios y protocolos. En algunas de ellas ya están siendo una realidad los proyectos pilotos, que está siendo todo un éxito".

Concretamente, la receta electrónica de opción pública, es una realidad para los mutualistas de Cantabria, Aragón, Asturias y Extremadura. El Ministerio tiene una previsión de que en 2020 se incorporen otras comunidades que ya han firmado convenios y protocolos como Andalucía, Madrid, Galicia, Navarra, Murcia, Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana.
Además, ha destacado, se ha avanzado en el Plan de Impulso iniciado en 2017 y que finaliza en 2020, con 25 proyectos, del que se ha sacado adelante más de un 70 por ciento.

Dar estabilidad al concierto

Por su parte, Francisco Ivorra, presidente de Asisa, ha afirmado que hay mucho en juego con la firma de este concierto, advirtiendo de las desigualdades de acceso por cuestiones geográficas y de las dificultades de un modelo "deficitario" en el que "no salen las cuentas".

"Es un momento de reflexionar como se hizo en los años 90 por un ministro socialista que echó los número y dio estabilidad, con convenios de tres años", lo que posibilita adquirir compromisos de financiación.

Fuente: Redacción Médica

La Seguridad Social reconoce por primera vez incapacidad a un enfermo por amianto






El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha reconocido por primera vez un caso de enfermedad profesional por exposición al amianto a un trabajador de TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona), actualmente jubilado y afectado de cáncer de pulmón.
Esta es la primera resolución del INSS que atribuye el origen de incapacidad permanente de un miembro de la plantilla de Metro de Barcelona a la presencia de amianto en el suburbano de la capital catalana, según ha explicado el abogado de Colectivo Ronda y defensa jurídica de los afectados por el amianto, Jaume Cortés.

«Las fibras del amianto son un material indestructible, que se ha expandido por todos los rincones de los túneles, de las máquinas, de las estaciones y de los talleres mecánicos», ha recordado Cortés.

El reconocimiento del cáncer de pulmón provocado por la exposición al amianto mientras trabajaba por TMB ha sido para el extrabajador Antonio C.A., ahora jubilado, que durante 32 años trabajó en los túneles del metro de la ciudad de Barcelona.

«El agosto de 2018 empecé a tener tos seca que no había manera de parar, más tarde tuve que ir a un médico privado para hacer una radiografía del tórax, descubrieron una mancha en el pulmón, y al cabo de cuatro días ya estaban haciéndome pruebas en el hospital de Terrassa», ha explicado Antonio.

Como empleado del Metro de Barcelona, Antonio se dedicó a aislar, sin ningún tipo de protección, las celdas de los túneles con planchas de uralita, que contienen amianto y que tenía que perforar, lo que creaba polvo y, por tanto, exposición al amianto, también provocada por tocarlo con las manos.

El caso de Antonio forma parte de los ocho expedientes abiertos para el reconocimiento de enfermedad por exposición al amianto, entre los que se encuentran una resolución de invalidez absoluta, un afectado por cáncer de pulmón, cuatro casos de viudas que reclaman el reconocimiento de la pérdida de sus maridos -tres por cáncer de pulmón y uno por cáncer de pleura-, y dos afectados por asbestosis -que puede provocar fibrosis pulmonar-, uno de estos en activo.

A pesar del reconocimiento de la INSS, la resolución del expediente de Antonio no es definitiva, y el proceso para pedir el recargo por falta de medidas -que se puede convertir en aumentos de las pensiones- o indemnizaciones por daños y perjuicios puede llevar «hasta uno, dos o tres años», según ha declarado Cortés.

Actualmente, Metro de Barcelona, que reconoció por primera vez la presencia de amianto en las instalaciones a finales de 2018, está sometiendo a su plantilla a revisiones médicas especializadas para detectar afectaciones relacionadas con la exposición de amianto que, según el miembro del Comité de Empresa del Metro de Barcelona, Ángel Muñoz, han detectado cuatro casos de tumores, cuatro placas y cuatro nódulos entre empleados jubilados, y 28 trabajadores en activo que pueden tener alguna afectación.