Comunicado de la Plataforma Salud Mental Aragón
Este lema exhorta a la defensa de la salud mental en un mundo desigual: DERECHO A
LA (ATENCIÓN EN) SALUD MENTAL Y A LA SALUD MENTAL CON DERECHOS.
La referencia a la salud mental en los medios de comunicación y en los discursos
políticos ha ocupado este último año un mayor espacio del acostumbrado.
Lamentaríamos que quedara en meras palabras convencionales o simple
demostración de buenas intenciones.
Por ello y como derechos humanos inaplazables en la atención a la salud mental en
esta Comunidad Autónoma, seguimos reivindicando hoy de modo prioritario algunas
cuestiones pendientes, menos mediáticas pero fundamentales.
Es urgente establecer todas las disposiciones necesarias destinadas a la eliminación
de las contenciones mecánicas, con una decidida apuesta por parte de la Consejería
de Sanidad, implementando el Registro unificado y adoptando las medidas
asistenciales pertinentes para ello, como quedó reflejado en la Proposición No de Ley
aprobada por las Cortes de Aragón hace ya más de 3 años (PNL 22 de mayo del 2018.
BOCA nº 249).
En el mismo ámbito de respeto a los derechos humanos solicitamos la puesta en
marcha de planes que acompañen la recientemente aprobada Ley 8/2021, de 2 de
junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas
con discapacidad en el ejercicio de su función jurídica. Es el momento de abordar el
tema con seriedad y dotarlo de presupuesto y recursos desde el ámbito público para
su cumplimiento efectivo en lo referido, en nuestro caso, a la enfermedad mental.
No olvidamos mencionar también algunas intervenciones, reclamadas el resto de los
días del año, sin las cuales no se puede hablar de calidad en la atención a la salud
mental, que son a menudo objeto de queja por la población que sufre su déficit. Nos
referimos a demoras insólitas en las consultas, pobreza de intervenciones
psicoterapéuticas en todos los niveles asistenciales, ausencia de visitas domiciliarias,
escasez o ausencia de recursos laborales y residenciales para los pacientes con el
llamado trastorno mental grave (TMG) y de Centros de Día públicos, etc. y tantas otras
ya contempladas en las sucesivas Estrategias de Salud Mental y reiteradamente
relegadas. La prevención en SM es prácticamente inexistente; el trabajo, exhaustivo.
Quizá toca plantearnos la insuficiencia de un modelo asistencial que hasta ahora no
resuelve, pero no cesa en la planificación de protocolos independientes entre sí para
cada una de las patologías que describe. Los fármacos, aun siendo necesarios, no
proveen de herramientas con las que transitar las dificultades, los sufrimientos que,
como seres humanos con diagnóstico psiquiátrico o sin él, todos necesitamos. Las
llamadas “nuevas patologías” o “patologías de la soledad” siguen aumentando.
Conviene una reflexión abierta, por parte de la ciudadanía, las administraciones y el
Gobierno de la Comunidad Autónoma, sobre las consecuencias de la deriva
concertadora y privatizadora que en todo el Estado, pero también en Aragón, se está
dando en el campo de la asistencia sanitaria y sociosanitaria, especialmente en el
campo de la rehabilitación de los pacientes graves. Las concertaciones, aunque
inicialmente inspiradas en la buena voluntad, están suponiendo la apertura de la
asistencia sanitaria a fondos de inversión cuyos intereses de mercado ignoran los
objetivos en salud y suponen una firme amenaza para la sanidad pública (ver
Investigación de Infolibre: Los fondos de inversión hacen negocio con la salud mental a
través de las principales empresas de residencias de mayores (Manuel Rico,
27/09/2021); Las cuatro principales empresas de salud mental ingresan al año 140
millones procedentes la mayoría de fondos públicos (Manuel Rico, 28/09/2021); Salud
mental: una cuestión de fondo(s) (Jesús Maraña. 28/09/2021)*.
Todo esto se lleva a cabo a sabiendas de que la reducción del sistema público
repercute siempre sobre los más necesitados, que no pueden permitirse pagar
asistencia privada. Es una vulneración de sus derechos de atención y un peldaño más
en el fomento de desigualdad e inequidad.
Ocupémonos de la atención clínica, con calidad, pero no reduzcamos a síntomas
individuales lo que observamos se multiplica a nivel colectivo.
LA ATENCIÓN DE CALIDAD EN SALUD MENTAL ES UN DERECHO, no lo convirtamos
en un privilegio
“MAÑANA PUEDES SER TÚ”… ¿Y SI FUERAS TÚ?