domingo, 28 de febrero de 2021

60 territorios secundan la movilización estatal contra la privatización de la sanidad. La movilización en Madrid se salda con cargas policiales y un manifestante detenido,

Comunicado del CAS Estatal frente a la represión de la lucha en defensa de la sanidad pública: 

"La lucha por la Sanidad Pública y Universal es también la lucha antifascista"

En la manifestación convocada hoy en Madrid junto a otras 60 ciudades y pueblos de todo el Estado por la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS), se han producido graves acontecimientos que, una vez más, ponen en entredicho el papel de la policía. De nuevo, asistimos a comportamientos por parte de las «fuerzas del orden» de protección hacia los fascistas y de agresión hacia manifestaciones pacíficas.

Poco antes de las 12 de la mañana, hora prevista para el inicio de la manifestación, comunicada y

permitida por la Delegación del Gobierno, irrumpieron en la misma dos decenas de integrantes del grupo neonazi Bastión Frontal, con su indumentaria característica y en actitud provocadora. Entre ellos se pudo reconocer a varios integrantes del acto de ensalzamiento de la División Azul celebrado recientemente.

 Recordamos que este grupo ha sido considerado por la misma policía como el más agresivo de los existentes, entrenado en artes marciales y que practica la violencia criminal en las calles, acosando y agrediendo a menores inmigrantes. Este grupo se declara seguidor de los fascistas griegos de Amanecer Dorado, condenados por varios asesinatos.

Cuando las personas representantes de CAS comunicaron a la policía la gravedad de la situación y la necesidad ineludible de que actuara para disolverlos e impedir su presencia en la manifestación, el acuerdo fue que los agentes les mantendrían confinados en la calle Aduana, mientras la manifestación iniciaba su recorrido por la calle Peligros hacia la Calle Alcalá.

Cuando la manifestación había avanzado unos centenares de metros por la calle Alcalá, se pudo comprobar que el grupo neonazi estaba situado ya en la confluencia de la calle Peligros con Alcalá, sin que la policía hiciera nada por impedir su avance.

 Ante esta situación de incumplimiento de lo acordado por parte de la policía, de indefensión flagrante de la manifestación y de la actitud permisiva de los agentes con los fascistas, el servicio de orden de la manifestación volvió sobre sus pasos para intentar contener y dispersar a los fascistas y asegurar así la protección de la manifestación.

 La intolerable actitud de la policía fue la de proteger a los fascistas y cargar a empujones contra nuestros compañeros y compañeras. Se vivieron momentos de gran tensión en los que los violentos empujones de los agentes hicieron caer al suelo a varias personas que sufrieron magulladuras diversas. Otros muchos, personas mayores, huyeron de una violencia totalmente inesperada.

En esos momentos fue detenido nuestro compañero Santiago de la Iglesia, secretario General del sindicato CGT SOV del sur de Madrid. En el momento de escribir este comunicado, Santi ha sido puesto en libertad con cargos.

 Cuando se recriminó a la policía su actuación, la respuesta fue que «ellos también tenían derecho a manifestarse y que su deber era protegerles». Estas afirmaciones son absolutamente inaceptables por cuanto, precisamente, la comunicación a la Delegación del Gobierno tiene por objeto evitar la confrontación entre manifestaciones de signo contrario y asegurar el libre y seguro ejercicio del derecho de manifestación en un lugar y a una hora determinada por parte de quienes lo comunican y, en este caso además con confirmación explícita por parte de esa Delegación.

La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad, denuncia ante la opinión pública – la Ley Mordaza hace que nuestra hipotética denuncia judicial sea papel mojado frente a la palabra de la policía – la vulneración flagrante del derecho de manifestación que ha sufrido por parte de la Delegación del Gobierno, la detención arbitraria de quien pretendía garantizar la seguridad de la manifestación ante la inacción flagrante de la policía y las agresiones sufridas por diferentes integrantes del servicio de orden de la manifestación por parte del cuerpo armado.

CAS, se suma así a las numerosas voces que denuncian los ataques sistemáticos e impunes por parte de los aparatos del Estado a los derechos fundamentales de miembros de organizaciones populares o personas individuales que expresan su indignación ante el atropello sistemático de sus derechos laborales y sociales y por condiciones de vida insoportables.

Hoy lo hemos vivido en nuestras carnes, precisamente cuando denunciábamos el desmantelamiento planificado de la sanidad pública para asegurar los beneficios de la sanidad privada y del capital, con la connivencia de los gobiernos autonómicos y estatal de todos los colores políticos.

 Exigiríamos la destitución del Delegado del Gobierno en Madrid si creyéramos que existe algo parecido a la dignidad o al sentido de la justicia en nuestros gobernantes. Estamos convencidos de que no es así.

 No nos callarán ni nos detendrán; al contrario, las razones por las que luchamos son aún más fuertes. Rodearemos a Santi de toda nuestra solidaridad y nuestro agradecimiento por digno comportamiento y por su sacrificio.

 La lucha continúa y es el único camino.




Aragón se moviliza contra la privatización de la sanidad en la convocatoria estatal del 27 de febrero

 



     Ainsa                                                                                                           Binefar


                                Zaragoza                                                 Huesca                     


                                                                                     
                                            Sabiñánigo
                             


lunes, 22 de febrero de 2021

Basta ya de engaños. Nos jugamos la vida y el Sistema Sanitario

 


Solo la derogación de las leyes privatizadoras y el blindaje de la sanidad pública evitarán el desmantelamiento que preparan.

Casi un año después del inicio de la pandemia y ya en la tercera ola, los peores augurios se han confirmado. Mientras la mayoría de la población condena la gestión de la crisis y el sistema sanitario público está en shock, es innegable, como ya denunciábamos, que la pandemia ha sido una oportunidad de negocio para los de siempre 1 , al tiempo que ha permitido dar una nueva vuelta de tuerca en el proceso de privatización de la sanidad.

Lo que podía haber sido una oportunidad para rescatar la sanidad pública se ha convertido en negocio y espectáculo. Con todos los partidos políticos de acuerdo 2 , cada uno ha vuelto a su papel. La derecha ha aprovechado para degradar aún más los centros públicos privatizando cualquier actividad sanitaria; mientras, la izquierda institucional ha mirado para otro lado permitiendo que la derecha haga el trabajo sucio. Las enormes listas de espera y la falta de respuesta del sistema público han dado un nuevo empujón a cientos de miles de personas hacia los seguros privados 3.

Todo esto ocurre, además, cuando se hunden las condiciones de vida de millones de personas: se esperan nuevos recortes en las ya muy precarias pensiones públicas y se extiende la tragedia del paro masivo con su cortejo de desahucios, hacinamiento, cortes de luz, agua y gas por impagos y desesperación cotidiana en los barrios obreros; precisamente en los que se ceba la pandemia por el Covid 19.

Al mismo tiempo, los gobiernos de todos los colores están aprovechando esta situación para imponer medidas represivas que de otra forma tendrían una fuerte contestación social. Con la excusa del virus, han militarizado nuestras calles, y el control social de la población es un hecho que se ha incorporado a nuestra normalidad cotidiana con escaso cuestionamiento. La experiencia de otros países nos ha demostrado que, a mayor debilidad de los sistemas sanitarios, más necesidad han tenido de aplicarnos confinamientos medievales. Curiosamente hay disponibilidad económica para todo este despliegue, pero no para proveer a los centros sanitarios públicos de los recursos necesarios (espacios, personal, equipos de protección individual, etc..) para atender adecuadamente esta pandemia. Todo ello mientras la miseria se adueña de la vida de millones de personas. Queremos medidas sanitarias y sociales, no policiales.


En este punto nos reafirmamos: mientras el gobierno «más progresista de la historia» mantenga las leyes privatizadoras, nada de lo que hace a diario la derecha es ilegal, y continuará el desmantelamiento de la sanidad pública y el lucro privado. En efecto, absolutamente nada del masivo transvase de dinero público al capital realizado en diferentes CCAA (construcción de hospitales innecesarios, cesión a empresas privadas del rastreo, las inmunizaciones, pelotazos con fármacos innecesarios 4…) es ilegal ya que está sostenido por leyes de ámbito estatal que lo permiten.

Mientras, la «izquierda del capital» se ha dedicado a las performances más variadas, dirigiendo la atención de la población hacia los ejecutores del desastre, ocultando hábilmente a quienes mueven los hilos del proceso de destrucción de la sanidad. Seguir haciendo teatro de calle contra la derecha para ocupar páginas de periódicos no es más que una maniobra de distracción. La única forma de recuperar el sistema sanitario público es obligar a todos los partidos a blindar la sanidad contra el ánimo de lucro, y potenciar la atención primaria y la salud pública. Todo lo demás es puro espectáculo para autocomplacencia.

Ahora anuncian 8.000 millones de euros de los fondos de la UE, dicen que «para reforzar los servicios públicos», cuando lo previsto es que se destinen a la «colaboración público-privada». Ese eufemismo, que ya conocemos bien, significa que, si no lo evitamos, la sanidad pública seguirá agonizando, mientras que las grandes corporaciones serán las principales beneficiarias del fondo europeo de recuperación económica. Un inmenso bazar está en marcha.

Llevamos casi 20 años denunciando la privatización de la sanidad y a sus responsables, y la «izquierda del capital» se niega a eliminar las causas. No podemos seguir haciendo mala medicina. Hay que actuar sobre las causas de raíz y abrir un debate en todo el Estado sobre el modelo sanitario que queremos, que debe empezar por garantizar la asistencia sanitaria de calidad para todas las personas, democratizando el sistema y centrándolo en los determinantes sociales, económicos y ambientales de la enfermedad.

El sábado 27 de febrero nos vemos en las calles:

  • Frente a la privatización, sanidad pública.

  • Por la derogación de las leyes privatizadoras (15/97 y artículo 90 LGS).

  • Rescate de lo privatizado.

  • No al cierre de centros sanitarios.

  • Por un sistema sanitario gestionado democráticamente centrado en la prevención y en la salud colectiva.

Referencias

  1. La crisis del Covid como oportunidad de negocio. Septiembre 2020. https://www.casestatal.org/es/2020/09/la-crisis-del-covid-como-oportunidad-de-negocio/

  2. PSOE, PP y Podemos acuerdan un Pacto de Estado para hacer «reformas estructurales» en el Sistema Nacional de Salud. Agosto 2020. https://www.casestatal.org/es/2020/08/psoe-pp-y-podemos-acuerdan-un-pacto-de-estado-para-hacer-reformas-estructurales-en-el-sistema-nacional-de-salud/

  3. A falta de datos para 2020, en 2019 ya había 12,7 millones de personas con seguros privados de salud, además de unos 5 millones de asegurados con pólizas dentales.

  4. Remdesivir, de Gilead, antiviral utilizado en atención hospitalaria al precio de 2.083 euros por paciente, tiene unos costes de producción de 6€. https://www.agenciasinc.es/Opinion/Con-el-precio-del-remdesivir-la-historia-se-repite