"La lucha por la Sanidad Pública y Universal es también la
lucha antifascista"
En la manifestación convocada hoy en Madrid junto a otras 60
ciudades y pueblos de todo el Estado por la Coordinadora Antiprivatización de
la Sanidad (CAS), se han producido graves acontecimientos que, una vez más,
ponen en entredicho el papel de la policía. De nuevo, asistimos a
comportamientos por parte de las «fuerzas del orden» de protección hacia los
fascistas y de agresión hacia manifestaciones pacíficas.
Poco antes de las 12 de la mañana, hora prevista para el inicio de la manifestación, comunicada y
permitida por la Delegación del Gobierno, irrumpieron en la misma dos decenas de integrantes del grupo neonazi Bastión Frontal, con su indumentaria característica y en actitud provocadora. Entre ellos se pudo reconocer a varios integrantes del acto de ensalzamiento de la División Azul celebrado recientemente.Cuando las personas representantes de CAS comunicaron a la policía la gravedad de la situación y la necesidad ineludible de que actuara para disolverlos e impedir su presencia en la manifestación, el acuerdo fue que los agentes les mantendrían confinados en la calle Aduana, mientras la manifestación iniciaba su recorrido por la calle Peligros hacia la Calle Alcalá.
Cuando la manifestación había avanzado unos centenares de metros por la calle Alcalá, se pudo comprobar que el grupo neonazi estaba situado ya en la confluencia de la calle Peligros con Alcalá, sin que la policía hiciera nada por impedir su avance.
En esos momentos fue detenido nuestro compañero Santiago de la Iglesia, secretario General del sindicato CGT SOV del sur de Madrid. En el momento de escribir este comunicado, Santi ha sido puesto en libertad con cargos.
La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad, denuncia ante la opinión pública – la Ley Mordaza hace que nuestra hipotética denuncia judicial sea papel mojado frente a la palabra de la policía – la vulneración flagrante del derecho de manifestación que ha sufrido por parte de la Delegación del Gobierno, la detención arbitraria de quien pretendía garantizar la seguridad de la manifestación ante la inacción flagrante de la policía y las agresiones sufridas por diferentes integrantes del servicio de orden de la manifestación por parte del cuerpo armado.
CAS, se suma así a las numerosas voces que denuncian los ataques sistemáticos e impunes por parte de los aparatos del Estado a los derechos fundamentales de miembros de organizaciones populares o personas individuales que expresan su indignación ante el atropello sistemático de sus derechos laborales y sociales y por condiciones de vida insoportables.
Hoy lo hemos vivido en nuestras carnes, precisamente cuando denunciábamos el desmantelamiento planificado de la sanidad pública para asegurar los beneficios de la sanidad privada y del capital, con la connivencia de los gobiernos autonómicos y estatal de todos los colores políticos.