LAS
LISTAS DE ESPERA MATAN
Miles
de personas viven una situación de angustia a la espera de ser
diagnosticadas o intervenidas. Llevamos años avisándolo: nuestra
salud está en grave peligro porque la sanidad pública sigue en
proceso de privatización. La estrategia consiste en deteriorar
intencionadamente lo público y no dejarnos más remedio que recurrir
a lo privado para obligarnos a pagar, pagar y pagar. Todos los
gobiernos de turno han colaborado en este saqueo porque todos
comparten intereses con las empresas del sector. Es un error dejar
nuestro derecho a la salud en manos de las propuestas que apuestan
por una privatización aún más agresiva. La solución tampoco está
en los discursos grandilocuentes y sus palabras vacías. Solo la
lucha unitaria de las personas afectadas (trabajadores sanitarios y
pacientes) puede frenar esta situación y recuperar lo que hemos
perdido.
Mientras la sanidad privada se expande.…
Entre
2006 y 2015, durante los 10 peores años de la crisis, los beneficios
del sector de la sanidad privada aumentaron un 42%. Actualmente
representa el 29% del gasto sanitario total, su volumen de negocio
crece cada año en torno al 4% y la partida pública de “conciertos”
representa el 26% de su facturación.
A
día de hoy, esa “prosperidad empresarial” posee el 57% de los
hospitales y el 33% de las camas, realiza el 29% de las
intervenciones quirúrgicas, atiende el 23% de las urgencias, dispone
del 56% de las RM (resonancias magnéticas), el 48% de las PET
(tomografías para detectar
tumores)
y el 36% de los TAC (pruebas de contraste).
…
la
sanidad pública se deteriora:
El
último informe de expertos sobre las
listas de espera
en
Aragón anuncia una mejora en las cifras: si 2017 terminó con 19.818
personas esperando a ser operadas (de ellas 1.696 superaban los 6
meses), en 2018 eran un 2,2% menos (19.391 personas en total - 1.864
superando los 6 meses). Pero lo que ese informe no indica es que el
4% (2017) y el 5% (2018) de
las intervenciones se derivaron a la privada. Tampoco están
incluidas en los datos todas esas personas que están pendientes de
ser incorporadas a las listas de espera oficiales. Tampoco
se especifica que en algunas especialidades quirúrgicas y consultas
(Obesidad mórbida, Traumatología, urología, consultas de
cardiología, revisiones de endocrinología, oftalmología…) la
espera llegar a ser de años.
Se llevan
a cabo medidas perversas para presionar a los pacientes y favorecer
las derivaciones. Se han detectado algunos casos de paciente que,
mediante el “centro de llamadas”, al negarse a ser operado en la
privada se les ha sacado de la lista por renuncia voluntaria.
Podemos
concluir entonces que las cifras reales se están ocultando
y la realidad es que el número de pacientes que no están siendo
asumidos por el SALUD aumenta.
No
nos dejemos engañar con las listas de espera porque son una arma
electoral (un mes antes de
las próximas elecciones se anunciaba otra partida de 2,5 millones de
euros públicos destinados a la privada para derivaciones).
Las listas de espera tan solo son la punta del iceberg. Lo que
explica la situación de deterioro de la sanidad pública es el
expolio continuado que trasvasa cantidades ingentes de dinero público
a manos privadas.
En
los hospitales,
lo recortes sufridos durante estos años son patentes (en el H.
Clínico la suspensión de actividad vespertina supuso retrasar 100
intervenciones semanales). En lugar de fomentar las plazas fijas y
las platillas estables, reina la temporalidad laboral y los contratos
eventuales.
Faltan
recursos materiales, faltan profesionales y sobra sufrimiento físico
y psicológico. La
media de enfermeros/as por cada 1.000 habitantes es 5,3 y abundan las
denuncias por falta de especialistas – sobre todo en Teruel,
Alcañiz, Jaca o Barbastro.
La
población en Teruel sigue pendiente de sus nuevos hospitales que han
empezado a construirse gracias a su lucha constante con la
incertidumbre de cuando podrán disponer de estos recursos y
vigilantes de que no privaticen su gestión (recordemos que de los
11,7 millones que se derivaron a la privada con el “plan de choque”
de 2014, 1,5 millones iban a ser para la construcción del hospital
de Teruel).
En
atención
primaria,
la
espera llega a ser de una semana y la saturación de jornadas de
trabajo no permite ofrecer una atención de calidad al paciente.
Esta situación se agrava en las zonas rurales, en las cuales pasan
momentos de penuria extrema con escasez de medios y personal
Sigue
habiendo una sanidad que fomenta la exclusión mediante la aplicación
de copagos
que
penalizan
la pobreza y divide a los pacientes en categorías.
Los sectores más afectados son los pensionistas, las rentas más
bajas, los enfermos crónicos, los pluripatológicos y las personas
en situación administrativa irregular (obligadas a asumir el 40% sin
el límite máximo y cuyo acceso a la lista de trasplantes se regula
por separado). Se ha demostrado que la mayor parte de estos pacientes
renuncian a los tratamientos prescritos por no poder asumir su coste.
Es
necesario también empezar a hacer una consideración completa de los
determinantes
de la salud
de
la población para combatir los factores económicos, laborales,
sociales y ambientales causantes de muerte y enfermedad. Las
precariedad de nuestras vidas nos está haciendo enfermar. Las
más de 40 muertes de trabajadores a causa del amianto en Aragón o
las 93.000 muertes anuales por contaminación en el estado español
son un claro ejemplo.
El
problema de las listas de espera puede abordarse y resolverse incluso
reduciendo el gasto sanitario, pero para hacerlo hace falta tomar
medidas de sentido común y utilizar al 100% los recursos existentes
en el Sistema Nacional de Salud (quirófanos, tecnología, etc.). Por
todo lo anterior, los colectivos de Aragón en defensa de la sanidad
pública y contra su privatización hacemos un llamamiento a todas
las personas afectadas para exigir:
-
Una dotación suficiente de trabajadores para acabar con la sobrecarga laboral y garantizar una atención de calidad al paciente.
-
La creación de un turno de tarde en los hospitales. Rendimiento de los centros públicos al 100%.
-
Establecer de garantías y plazos para la atención.
-
Asignar y entregar un código al paciente que garantice su entrada inmediata en la lista de espera.
-
Democratización y transparencia absoluta del SNS en datos, actividad, gastos, calidad, y adjudicaciones.
-
Incompatibilidad para que los profesionales públicos trabajen en la privada. Dedicación absoluta a la sanidad pública.
-
Eliminar el copago y cualquier tipo de exclusión sanitaria. No penalizar la pobreza ni crear categorías de pacientes.
-
Prohibir los conciertos y las fórmulas de colaboración público–privada. Recursos y provisión de servicios 100% públicos. Derogación de la Ley 15/97.
Todas
estas medidas son urgentes e innegociables, pero no suficientes. Las
listas de espera matan porque la privatización de la vida mata. Los
derechos no se “recortan”, no deben ser “rentables”, no se
”gestionan eficientemente”, no se “externalizan” y no son
objeto de “inversión”. Estos son criterios empresariales que se
mueven en la lógica del coste y el beneficio. La salud es un
derecho, no es su negocio. Los derechos se pierden si no se
defienden.
¡GOBIERNE
QUIEN GOBIERNE, LA SANIDAD PÚBLICA SE DEFIENDE!
JORNADAS
DE LUCHA ESTATAL
-
MANIFESTACIÓN ZARAGOZA -
Jueves,
25 de abril 19:00h
Paraninfo
(Plz. Aragón)