¡Ni unidades de Gestión Clínica! ¡Ni pacto farmacéutico!
¡Ni médicos empresarios, ni empresas en la sanidad!
Convoca: Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad de Aragón
Apoya: ADSP, Marea Blanca, FABZ, Foro de Presidentes de los Consejos de Salud.
La progresiva privatización de la
sanidad y el mantenimiento de los servicios públicos en estado de precariedad
crónica, para así garantizar el negocio privado, es una estrategia
llevada a cabo por los respectivos gobiernos de cada uno de los territorios del
estado. Éstos se amparan en el
mantra mágico de la “eficiencia” y bajo el repetido discurso de la
“insostenibilidad del sistema” ante el abuso de los pacientes, para implantar
nuevas fórmulas de mercantilización que atentan contra nuestro derecho a la salud.
Prueba de ello es la propuesta, realizada por la Organización Médica Colegial, de penalizar económicamente a los pacientes por el mal uso de los servicios sanitarios (como acudir a los servicios de urgencias de manera innecesaria).
Prueba de ello es la propuesta, realizada por la Organización Médica Colegial, de penalizar económicamente a los pacientes por el mal uso de los servicios sanitarios (como acudir a los servicios de urgencias de manera innecesaria).
El caso de Aragón también es claro, el
presupuesto para sanidad se ha recortado un 15.09% desde 2010 (300 millones de
€), convirtiendo a la comunidad en la segunda con una restricción mayor. Esto
no quedará aquí, pues cabe esperar nuevos ataques en los próximos nueve meses,
tras el desfase de 124 millones en sanidad, anunciado por la DGA, y ante el
cual la consejería seguro actuará en consecuencia aplicando medidas aún más
agresivas.
La sanidad privada parasita la pública:
cuanto más se desarrolla la primera, más se debilita la segunda.
Para que el negocio privado avance es clave el personal médico, que es quien prescribe medios diagnósticos y tratamientos y quien, en definitiva, determina la mayor parte del gasto. Las empresas privadas que gestionan la sanidad, la pública y la privada, se aseguran la ”colaboración” del médico en el negocio haciendo depender la mitad de su salario de que den altas hospitalarias precoces, no remitan al especialista, no indiquen medios diagnósticos caros o no acepten el ingreso de pacientes “no rentables” (personas mayores , enfermos crónicos, etc.)
Quizá por esta razón el Gobierno de Aragón pretende aprobar (avalado por la junta
directiva del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza) un gran acuerdo para la sanidad que la consejería
quiere hacer extensivo a todas las profesiones sanitarias. Entre otros
aspectos, dicho acuerdo incluye la implantación de las Unidades de Gestión Clínica (fórmula implantada ya
en otras CCAA) que convierten los centros sanitarios en micro-empresas
cuyo principal objetivo es la reducción del gasto y en las que se recompensa
económicamente a los profesionales que menos pruebas y tratamientos realicen.
Siguiendo la misma lógica, el Departamento de Sanidad de Aragón ha elaborado un Pacto de Farmacia en el que se incluye incentivos salariales, de hasta con 12.000 euros por año, a aquellos facultativos de atención primaria que ayuden a ahorrar en la emisión de recetas.
A pesar de la oposición manifestada por gran parte de facultativos y pacientes aragoneses, la junta directiva del Colegio Oficial de Médicos ya ha declarado su conformidad con esta medida de coacción que prima el ahorro frente a la calidad asistencial.
No podemos permitir que aquellos que se hacen llamar nuestros representantes profesionales y políticos sigan pisoteando nuestra ética como profesionales y nuestros derechos como usuarios.
Siguiendo la misma lógica, el Departamento de Sanidad de Aragón ha elaborado un Pacto de Farmacia en el que se incluye incentivos salariales, de hasta con 12.000 euros por año, a aquellos facultativos de atención primaria que ayuden a ahorrar en la emisión de recetas.
A pesar de la oposición manifestada por gran parte de facultativos y pacientes aragoneses, la junta directiva del Colegio Oficial de Médicos ya ha declarado su conformidad con esta medida de coacción que prima el ahorro frente a la calidad asistencial.
No podemos permitir que aquellos que se hacen llamar nuestros representantes profesionales y políticos sigan pisoteando nuestra ética como profesionales y nuestros derechos como usuarios.
¡No estamos en venta! ¡No al lucro en la sanidad!
¡Ni empresas, ni médicos empresarios!
¡Por una sanidad pública, sin exclusiones!