La falta de medios podría estar acelerando los casos de contagio en
Aragón. El número de casos de covid-19 confirmados
microbiológicamente se ha cuadruplicado desde el 19 de marzo, alcanzando actualmente
los 1.116. De ellos, 155 son profesionales sanitarios (en un solo día aumentaron
hasta en 40 casos).
En Aragón, tanto en centros hospitalarios como en
atención primaria, los profesionales sanitarios no están lo suficientemente
protegidos. Hay carencia de equipos de protección individual
(EPIs) y no se están realizando los test en todos los casos. Siguiendo los
protocolos indicados por las gerencias (o la falta de ellos), muchos
trabajadores siguen realizando su labor sin saber si están contagiados o no,
por lo que temen por su seguridad y la de su entorno. El sindicato de médicos
CESM-Aragón ya ha presentado una denuncia para exigir medidas al Ministerio de
Sanidad.
Aunque se están
proporcionando más EPIs (mascarillas, batas impermeables, gafas, etc.) que hace
dos semanas, llegan con cuentagotas y no a todos por igual. En muchos casos son
los propios profesionales los que tienen que fabricar rudimentariamente las
protecciones. Del mismo modo, es la población la que, solidariamente y en
algunos barrios de manera organizada, se está volcando en la fabricación de
protecciones con los recursos de los que disponen.
La realización de
los test ha demostrado ser una medida
determinante para el control de la pandemia en países como en Japón. La propia
OMS insta a su realización a todos los sospechosos como única vía para frenar
la pandemia del coronavirus. Es, por
tanto, imprescindible romper con esta dinámica y destinar todos los esfuerzos a
la provisión de EPIs y pruebas de detección fiables de manera sistemática y
masiva, para fortalecer los mecanismos de prevención y eliminar al máximo los
riesgos de contagio.
El sistema
sanitario debería minimizar estos riesgos sin pretender ahorrar material. Si
ahorramos en guantes, mascarillas y EPIs gastaremos mucho más en unidades de
cuidados intensivos y fármacos, muchos de los cuales, al no disponer de una
farmacia pública, en estos momentos no es posible comprar en el mercado.
Cuando esto
pase, no nos olvidemos: hay culpables y los conocemos. Preparémonos para salir
a la calle hasta conseguir la derogación de la Ley 15/97 y de todas las normas
que permiten la privatización de un derecho fundamental que solo se cubre con
garantías de forma universal y gratuita.
Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad de Aragón