jueves, 21 de mayo de 2020

El Ayuntamiento de Zaragoza se burla de nuestro sufrimiento con otro “pelotazo sanitario”


No hay pandemia que les detenga. Antes de dar fin a la emergencia sanitaria, el Ayuntamiento de Zaragoza ha tenido la desfachatez de anunciar la venta de 20.000 metros cuadrados de suelo público para la construcción de un macro-hospital privado. La subasta comienza con un precio de salida de entre 12 y 15 millones de euros.  Los primeros en mostrar interés: la multinacional Quirón y el Opus Dei. En este caso, no sabemos quién es el favorito para la licitación, pero sí sabemos que el Grupo Quirón hace tiempo que muestra su interés en aumentar su negocio en Zaragoza (recordemos su intento en 2016 de comprar la parcela anexa a la Romareda, que hubiera duplicado la superficie actual de sus dos clínicas) ¿Quizá en esta ocasión las alianzas sean más propicias?

El terreno en cuestión, situado en la confluencia de Gómez Laguna con Vía Hispanidad, está calificado como zona verde. Para su recalificación (para hacerlo “edificable”) será necesaria una mayoría del pleno que modifique el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La ultraderecha ya ha mostrado total apoyo a la licitación. Ahora toca ver cómo, en los próximos meses, se desarrolla el juego entre poderes políticos y económicos en un escenario que cuenta con todos los ingredientes para un buen “pelotazo sanitario”.

El consistorio, en manos de PP-Cs, encubre la operación económica diciendo que supondrá la creación de puestos de trabajo, el alivio de las arcas municipales y la ampliación del número de camas y de la red sanitaria aragonesa. Intentan engañarnos de nuevo. El fortalecimiento de la sanidad pública pasa irremediablemente por una dotación suficiente en personal, recursos e instalaciones íntegramente públicos (tanto en financiación y propiedad como en provisión de servicios), la garantía de asistencia a toda la población y la derogación de la legislación que la expone a la especulación y al negocio privado. Esto ya era una evidencia antes de la pandemia. Tras el sufrimiento vivido con la crisis sanitaria, no queda lugar para la duda. No es que no hayan aprendido la lección, es que la lección no les importa.

Este anuncio muestra que los intereses económicos van a seguir marcando la definición de políticas en materia de sanidad. Como afirmaba el concejal de urbanismo Víctor Serrano, la intención es atraer inversiones y convertir a Zaragoza en referente de “un escaparate de ciudades capaces de acoger nuevos proyectos sanitarios”. Así es, efectivamente: un escaparate donde grandes capitales privados compran, venden, especulan y hacen negocio con nuestras necesidades más básicas. En ese sentido, los sectores sanitario y socio-sanitario ofrecen grandes oportunidades para la inversión y los poderes políticos y económicos se necesitan mutuamente para propiciarla y cerrar acuerdos. Es lo que se ha venido a llamar colaboración público-privada, eso donde la presidenta del Grupo Quirón (Pilar Muro) salta a fichaje estrella de Ciudadanos-Aragón.


La conclusión es muy clara: la lógica del beneficio no puede estar por encima de la salud de las personas. Evitarlo está en manos de una lucha decidida de trabajadores/as y vecinos/as unidos por la defensa de la sanidad pública y contra su privatización. Desde la Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad Pública en Aragón nos oponemos a la construcción de este hospital y a cualquier tipo de mercantilización de la sanidad pública, y hacemos un llamamiento para, en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan, salir a la calle a exigir que no sigan pisoteando nuestros derechos.


21 de mayo de 2020

Plataforma Contra la Privatización de la Sanidad de Argón