Trabajadores, residentes y familiares de la Residencia de Movera realizaron el pasado 20 de abril varios actos de protesta por el posible cierre del centro y para rechazar los recortes que están sufriendo los servicios sociales, la atención a la dependencia y el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI). La plataforma No al cierre de la Residencia de Movera formada por trabajadores, residentes y familiares, asociaciones vecinales y organizaciones sociales y sindicales, se concentró en la residencia para, posteriormente, realizar una "caminata protesta".
En un comunicado, el colectivo rechazó "las pretensiones de privatización en la prestación de los servicios, encubiertos bajo contratos de colaboración en la gestión", y alertó de que en una situación de crisis como la actual "no parece la mejor postura la de recortar en prestaciones sociales, que dan unos servicios esenciales a la sociedad, principalmente a las clases más desfavorecidas".
La plataforma aseguró que no permanecerá "impasible" ante el cierre de centros residenciales, y recordó que primero fue la residencia Turia en Teruel, cuyo cierre, "pese a los reiterados desmentidos", se ha llevado a cabo, y después el centro Fonz en Huesca, "mientras que ahora la incertidumbre recae sobre la Residencia de Movera, entre otros centros, y alertaron del "peligro" para los usuarios y 140 trabajadores.
Dos días antes, la plataforma hizo entrega de 8.000 firmas en la sede de la DGA para evitar el cierre del centro y denunciar la situación de "incertidumbre que están atravesando los trabajadores y residentes, con recortes en los servicios sociales y la privatización". La plataforma expuso que "la plantilla teme futuros despidos o el cierre".
