lunes, 6 de mayo de 2013

Oliván insulta a los/las pacientes de la sanidad aragonesa


El consejero de Sanidad y Bienestar Social de la DGA, Ricardo Oliván, ofreció esta semana una conferencia en la Almozara donde, quizá por encontrarse a gusto, entre acólitos, se animó. Oliván se mostró más locuaz de lo que suele y defendió con soltura los puntos más conflictivos de su Administración, reconociendo incluso el coste político que está suponiendo al Partido Popular.

"Soy el consejero que más está perjudicando a la gente del partido", reconoció, pero lo enmarcó en el "interés común", del que dijo que está "por encima de las personas". Ejemplificó el interés de los pacientes y atendidos por delante del PP con el ejemplo del cierre de la residencia pública de Teruel. "En el ayuntamiento gobierna mi partido y al alcalde no le ha hecho ninguna gracia que cerrásemos su residencia", reconoció.

Defendiendo la gestión, el consejero puso como único borrón las listas de espera, en cuyo crecimiento está teniendo "efectos negativos" la política del PP, según reconoció. Pero lo enmarcó en la erradicación de la "circunstancia perversa" de las peonadas, que tratan de eliminar. Y también repartió culpas entre usuarios y funcionarios.

 'Minibárcenas'

El consejero se refirió a todos --"ciudadanos y funcionarios", incluyéndose-- como minbárcenas; hasta en dos ocasiones utilizó el curioso apelativo, para describir al parecer el egoismo del ser humano. "Cada uno de nosotros como pacientes tenemos que ser sensatos para ir al médico", expuso. "Hay que ir cuando hay que ir", añadió. "Y los profesionales, que son funcionarios, tienen que cumplir con su obligación, cumplir con el horario. Y decir esto no es decir que la gente es mala, es decir que tienen que cumplir con su obligación", aclaró. "El que no lo hace va en contra del sistema".



Gran parte de su alocución se centró en la defensa de la colaboración público privada, en la que se defendió atacando al Gobierno anterior, que no construyó proyectos "cuando había dinero". "Nosotros, que somos más chulos, lo hacemos ahora", ironizó Oliván.

 Privatización

"Quien piense que no son necesarias las empresas privadas con ánimo de lucro para prestar servicios sanitarios miente y se equivoca". La sentencia fue una de las que más énfasis requirieron en la conferencia. La enmarcaba en el proyecto del hospital de Alcañiz, en el que "le diré a una empresa, constrúyeme un hospital que va a ser tuyo y te dejo que gestiones los servicios no asistenciales" (como la vigilancia, limpieza, mantenimiento, alimentación...). "¿Al paciente qué le interesa, de quién es el hospital o quién y cómo le atiende?", se preguntó.

El consejero, para apoyar su tesis, equiparó privatización con externalización y ofreció una serie de ejemplos como poco curiosos. "¿O es que el pan que consumen los pacientes lo hace el hospital? ¿O es que la limpieza la hacen los funcionarios? ¿O es que el agua la fabrican los funcionarios?", inquirió a la concurrencia.

En su vertiente de Bienestar Social, el consejero insistió en la necesidad de reformar la concesión del Ingreso Aragonés de Inserción, una renta "pensada en el 93 para marginados y excluídos" que la crisis ha convertido en general. Aseguró que su cobro "no está garantizado", y que saben "que la está cobrando gente que la necesita menos".

En una línea similar, aseguró que "la Ley de Dependencia es imposible cumplirla", porque fue un "invito yo, pagas tú" del Estado, y calificó de "lógico", para hacerla factible, el registringir las condiciones para percibirla.

Fuente: Periódico de Aragón