Médicos del Mundo denuncia la primera muerte de un inmigrante por la exclusión sanitaria

Alpha Pam tenía sólo 28 años cuando el pasado 21 de abril falleció en Mallorca víctima de una enfermedad que tiene cura si se trata adecuadamente: la tuberculosis. Sin embargo, según la ONG Médicos del Mundo y la coalición econacionalista Més per Mallorca, la enfermedad siguió su curso pues al joven senegalés “se le denegó la asistencia por no tener papeles hasta en tres ocasiones en el hospital de Inca”. Ocho días después de acudir por tercera vez a este centro, Alpha fallecía solo en su domicilio.

Médicos del Mundo explica que Alpha Pam acudió inicialmente al centro de salud de Can Picafort, donde los médicos le atendieron “adecuadamente”. Tras recetarle algunos medicamentos, el personal sanitario de este ambulatorio lo remitió al hospital de Inca para que se le efectuara la prueba de la tuberculosis que los médicos de atención primaria sospecharon desde el principio.

Pero cuando el joven acudió al hospital, denuncia la ONG y el partido político, se le denegó la asistencia por carecer de tarjeta sanitaria, un derecho que este ciudadano senegalés perdió el 1 de septiembre de 2012. Ese día entró en vigor el decreto del Gobierno que acabó con la sanidad universal y consagró la exclusión sanitaria de las personas en situación administrativa irregular en España.

Pese a las sospechas de tuberculosis, un mal que

, como ha sucedido en este caso, si no se trata puede acabar con la muerte, el personal sanitario que atendió a Alpha consideró que “su estado no era urgente”, denuncia la ONG, que asegura que incluso se le advirtió de que tendría que pagar la consulta.

Viendo que sus síntomas no remitían, el joven volvió en otras dos ocasiones a este hospital, donde, recalca Médicos del Mundo, de nuevo se le denegó la asistencia y las pruebas que debían confirmar que padecía la enfermedad pulmonar. En la primera ocasión, el personal se limitó a administrarle un antiinflamatorio, ibuprofeno. Ocho días después de la última visita, Alpha sucumbía como consecuencia de la tuberculosis que padecía, “solo y sin asistencia”, ha denunciado Fina Santiago, portavoz de Més per Mallorca.

Santiago, en nombre de la coalición econacionalista, ha atribuido la “responsabilidad política” de esta muerte al gobierno balear y exigido la dimisión del conseller de Salud, Martí Sansaloni. Més per Mallorca ha anunciado que sus servicios jurídicos están estudiando una demanda por “denegación de auxilio” contra Sansaloni.

“Somos una de las regiones europeas con la renta per cápita más alta, una potencia turística internacional y un persona ha muerto totalmente sola en su casa de tuberculosis porque se le ha denegado la asistencia médica. Es una auténtica vergüenza, que no puede volver a pasar. ¿Qué precio tiene la vida para el gobierno del señor [José Ramón] Bauza? Estamos absolutamente indignados”, reza el comunicado de la coalición.

La Consejería rechaza las acusaciones

La Consejería de Salud, por su parte, ha desmentido que al joven se le denegara la atención y explicado que, tanto en el centro de atención primaria como en el hospital de Inca, se le ofreció una atención “adecuada”. Esta versión sostiene que una prueba rápida llamada PPD descartó que el paciente padeciera la enfermedad pulmonar. El comunicado de la Consejería no ha explicado si este examen tuvo el seguimiento que precisa (el paciente debe volver al centro al cabo de tres días para confirmar el diagnóstico) ni si le siguieron otros exámenes más exhaustivos. Según el gobierno balear, al joven se le diagnosticó finalmente, en el hospital de Inca, una bronquitis, por lo que se le administró “un antibiótico y un antiinflamatorio”.

El gobierno de Baleares, presidido por el popular José Ramón Bauza, no forma parte de las comunidades autónomas que se han declarado objetoras al decreto que privó de la asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles, algo que reiteradamente le han criticado los grupos de la oposición.

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